¡Hola a todos! que gusto que estén por aquí leyendo nuestra historia, este aniversario quiero ser lo más franca posible (como acostumbro a serlo), me da nostalgia y a la vez se me llena el corazón poder voltear hacia atrás y ver todo el camino recorrido, porque también veo todos los obstáculos que hemos atravesado. No ha sido fácil, comenzamos con un sueño que poco a poco fue tomando forma, ser esa “nueva agencia innovadora” que ahora se ha consolidado como “la agencia que tiene años y experiencia”, este crecimiento profesional nos ha llevado a nuevos horizontes.
La magia ha sucedido y nos ha permitido cumplir un año más, un año de aprendizaje, crecimiento y madurez, hemos logrado varias metas como equipo, comenzamos desde cero, resurgimos como el fénix, seguimos con nuestra vocación y pasión, sembramos nuestra semilla, para ver crecer proyectos que han sido enriquecedores. Hemos vuelto a creer, a soñar e imaginar, sin duda ha sido un año de grandes retos.
Desde que comenzamos hemos buscado el mismo objetivo: hacer que suceda y profesionalizar el marketing en nuestro estado, pero debo de admitir que no lo hemos logrado del todo, sigue habiendo mucha incertidumbre sobre los servicios profesionales, pero seguimos en el camino de dejar nuestro legado, de marcar la diferencia, de seguir haciendo que suceda. Estoy segura que habrá más retos y muchísimos logros en el futuro cercano, porque estoy convencida que cuando algo te apasiona de corazón y eres determinado lo demás se va acomodando, se van abriendo las puertas y se presentan nuevas oportunidades, la clave es no rendirse y siempre insistir.
Este aniversario estará lleno de sorpresas, magia y buenos deseos, agradezco infinitamente a todos los que nos dan su confianza, a los que nos permiten seguir en el camino, a los que nos motivan a continuar y a no desistir, a toda nuestra familia Happens, colaboradores, clientes, proveedores, sin ustedes no sería posible, vamos por más años y por más crecimiento, hagamos que la magia suceda, ¡felices 9 años a todos nosotros!.
Por: Paola Rodríguez